Kevin Mitnick
Nace el 6 de agosto de 1963 en Van Nuys, al sur de California,
Estados Unidos y ha sido titulado el mayor hacker de nuestro tiempo. Creció en
los suburbios de Los Angeles en la década de 1970, y fue hijo de padres
divorciados. Vivió en un ambiente de clase media baja, y personas cercanas dirían
que fue la falta de entretenimiento y su soledad la que le dio la necesidad de
buscar aventuras diferentes.
Empezó a desarrollar muchas aficiones entre las que
más tarde se contaría el phreaking (Intrusión en redes telefónicas). Mientras fue
miembro de la comunidad de phreakers, Kevin aprendido los fundamentos de la
ingeniería social. Esa ingeniería social seria después la base de muchas de sus
conferencias en seguridad y análisis de sistemas. Kevin conoció los computadores
cuando tenía 17 años, por medio de un compañero de la escuela secundaria,
quien compartía a su vez la afición de Kevin por el radio.
Al principio Kevin no
estaba realmente interesado en la informática e incluso sus maestros le dijeron
que no podía hacer el curso de informática sin los cursos de matemáticas que se
exigían como prerrequisito. Sin embargo, después de mostrar lo que podía hacer
con un teléfono, los maestros decidieron omitir los cursos de matemáticas.
Desde mediados hasta finales de los 80’s Kevin era conocido en línea usando el
alias de “The Condor”. Rápidamente aprendió las nociones básicas de la
computación y comenzó a jugar con la idea de acceder a ordenadores remotos.
En 1981, Kevin y dos amigos irrumpieron en el Mainframe de la compañía Pacific
Bell, una base de datos utilizada por la mayor parte de las compañías telefónicas
norteamericanas para controlar sus registros de llamadas. Allí obtuvieron la lista
de claves de seguridad de los usuarios y claves de acceso de varias sucursales,
entre otras cosas. Se llegó a afirmar que lo sustraído por Mitnick y sus amigos
tenía un valor superior a 150.000 dólares. En 1983 utilizaría un computador de la
universidad del sur de California para acceder a ARPAnet, a su vez usada para
entrar a un computador del Pentágono, lo cual le haría pasar 6 meses en una
prisión juvenil de California. Por esa época también entabló amistad con una
instructora de informática y también hacker, Susan Headley o “Suzy Thunder”, y al
poco tiempo empezaron a salir. En 1987, Kevin fue atrapado por acceder a un
computador de la Organización de Santa Cruz y por robar software de una
empresa pequeña llamada Microcorp Systems.
Logró salirse de esa con un cargo
de prohibición de usar computadores de 3 años y con libertad condicional.
Sin embargo, no pudo mantenerse alejado de estos y volvió a incursionar en
computadores de otras organizaciones. Lenny DiCicco, un amigo con quien había
trabajado en la consecución de un sistema operativo del laboratorio digital de Palo
Alto, lo delató el año siguiente, fue detenido y acusado por entrar en la red de la
Digital Equipment Corporation y por robar código fuente de esta. Mitnick, esta vez
tuvo que pasar un año de cárcel.
Su abogado le impediría una condena mayor
alegando que Kevin tenía una adicción a su equipo. Sin embargo, el FBI fue mal
informado por DiCicco haciéndoles creer estaba lo suficientemente calificado
como para marcar un número de teléfono, introducir un código y con esto iniciar
una guerra nuclear. Ello llevó a que Kevin tuviese que pasar 8 meses en un
régimen de incomunicación absoluto.
A finales de 1989 Kevin fue puesto en libertad y comenzó a buscar empleo. Su
nuevo trabajo, que trataba de recopilar información para investigadores privados
pronto le llevó de vuelta a la sombra de la piratería informática. Mitnick,
conociendo las consecuencias que esto podría tener y con la constante
incertidumbre de volver a la cárcel decidió huir.
Durante los siguientes 5 años
Kevin atravesó varios estados, aprendiendo nuevas habilidades a lo largo del
camino que le permitieron crear nuevas identidades para sí mismo. Logró acceder
a redes de Motorota, Sun Microsystems, Nokia y Novell sin mucha necesidad de
escribir líneas de código. En poco tiempo fue etiquetado por los medios de
comunicación como un terrorista cibernético fugitivo y logró convertirse en el
centro de atención del FBI. El 15 de febrero de 1995, el FBI finalmente atrapa a
Kevin por haber accedido a redes del gobierno. En su captura colaboraron el
reportero del New York Times John Markoff (autor del Best Seller Takedown, con
quien Mitnick se rehusó a colaborar) y del experto en seguridad informática de la
compañía Netcom on-line Communications, Tsutomu Shimomura, que Mitnick
había logrado hakear y hecho quedar en ridículo con Ingeniería Social.
Mitnick fue acusado injustamente por los tribunales y tratado con repudio en la
cárcel. Se le confinó en una celda apartada del resto de los reclusos y no se le
permitió tener acceso a llamadas telefónicas de ningún tipo, por lo que el caso
ganó notoriedad en estados unidos.
Además las empresas que fueron atacadas
inflaron las pérdidas estimadas en decenas de millones de dólares, y muchas de
las multas por daños y perjuicios en robo de software, incluyeron el costo de gran
parte del hardware y los salarios.
El juicio de Mitnick se retrasó por más de 4 años, tiempo en el que fue retenido sin
derecho a libertad bajo fianza, mientras que las autoridades recopilaban las
pruebas que necesitaran para dar una sentencia en su contra. Kevin se declaró
culpable y gracias a una huelga, cumplió 5 años de prisión en total.
Una vez fue
puesto en libertad le fue restringida a partir de la fecha tocar un computador
durante 3 años, cumplida el 3 de enero de 2003. Pero esta vez aprendió la lección
y ahora encabeza su propia empresa de consultoría en seguridad, llamada Mitnick
Security.
El afirma que las verdaderas fallas de seguridad no se encuentran tanto en los
sistemas sino en las personas, quienes pueden ser engañadas fácilmente y así
obtener información más que suficiente, tanto que la mayoría de veces no le fue
necesario ser un genio en sistemas, como se podría pensar. Mitnick tiene dos
libros que se han convertido en Best Sellers: “The art of Deception” y “The art of
Intrusion”, y ha inspirado algunos otros como“Cyber Alert: Portrait of an ex
hacker”, “The Fugitive Game: Online with Kevin Mitnick” y “The Cyberthief and the
samurai”.

No hay comentarios:
Publicar un comentario